El Capítulo Que Nunca Debió Escribirse

La biblioteca estaba desierta. Solo quedaban las lámparas encendidas a medias y el eco de los pasos que nunca llegaron. Él fingía leer, con un cuaderno abierto frente a él, como si las palabras fueran un refugio. Ella entró con pretexto de buscar un cuaderno olvidado, pero ambos sabían que lo que realmente buscaba estaba sentado a dos mesas de distancia.

El silencio se volvió espeso, casi táctil. Sus pasos resonaron más de lo necesario, cada uno acercándola al punto de no retorno. Él la miró sin levantar demasiado la cabeza, como si la estuviera leyendo a escondidas. Ella sonrió nerviosa, bajó la vista a sus zapatos, y aun así no se detuvo.

Se encontraron entre estantes altos y sombras alargadas. Ella rozó con los dedos el lomo de un libro, él imitó el gesto. Ninguno abrió las páginas. Fue ella quien se atrevió a romper el aire con un suspiro:
—Siempre pensé que aquí no pasaba nada.

Él sonrió apenas, un gesto que era promesa y desafío.
—Solo faltaba el capítulo correcto.

Y entonces ocurrió: un beso breve, tembloroso, con sabor a tinta y frambuesa. No prometía futuro, no pedía permiso. Era solo presente puro, insolente, imposible de archivar.

La lluvia los esperaba afuera, bautizando la ciudad con reflejos rojos y dorados. Corrieron al café de la esquina, empapados y riendo, como si hubieran huido de un delito. Dos libretas terminaron abiertas sobre la mesa: la de él llena de frases a medio camino; la de ella, con fórmulas y apuntes. Ella dibujó un asterisco sobre la frase “todo lo prohibido sabe más real” y lo miró de frente, descarada.
—Notas de estilo —susurró.

Él inclinó la cabeza.
—Entonces quédate hasta la última página.

Nadie más entró al café. Nadie más presenció la conspiración que se selló esa noche. No hubo números de teléfono, ni promesas, ni reencuentros planeados. Solo la certeza de que lo vivido era demasiado perfecto para repetirse.

Y así quedó: un capítulo que nunca debió escribirse, pero que nadie podrá borrar.

Previous
Previous

The Chapter That Should Never Have Been Written

Next
Next

What Are Micro (Mai-cro) Stories—and What You Can Expect From Me